Origen familiar y visión clara
Dino Conte nació en 1953 como un emprendimiento familiar en Mendoza. Lo que comenzó como un pequeño taller de cortinas fue creciendo con una visión clara: ofrecer productos funcionales y estéticamente superiores que se adapten a cada necesidad y estilo de vida.
Innovar sin perder la esencia
A lo largo de las décadas, la empresa mantuvo su esencia familiar, pero apostó por la innovación constante. En los años ’60 incorporó tecnología propia en herrajes y cabezales, y más adelante fue pionera en automatización de cortinas, motorización y soluciones inteligentes.

Expansión nacional con identidad
El crecimiento no tardó en llegar. Dino Conte abrió nuevos centros de producción en Córdoba y Buenos Aires, consolidando su presencia en todo el país. Hoy, cuenta con una red de distribuidores que permite acercar sus productos a cada rincón de Argentina y hasta Paraguay.
Grandes obras, grandes desafíos
La empresa ha sido elegida para equipar espacios emblemáticos como OSDE, Telecom, Banco Ciudad, entre otros. Estos proyectos son prueba de su capacidad para responder a escalas grandes sin resignar calidad ni detalles.
Tecnología y sustentabilidad
La incorporación de máquinas de corte automatizadas, procesos de barnizado UV y sistemas de control de calidad refuerzan su compromiso con la eficiencia y el diseño de vanguardia. Además, sus acciones de reutilización de materiales muestran un fuerte enfoque ambiental y social.
Una marca con futuro
Hoy, bajo la gestión de la segunda generación familiar, Dino Conte sigue creciendo, sumando líneas como las sombrillas Targa y Broquel, y programas de fidelización para distribuidores. Su historia no se detiene: sigue creando ambientes con diseño, calidez e innovación.